miércoles, 24 de junio de 2009

LOS HIJOS DEL SACRIFICIO NO TIENEN LIMITE



Los hijos del sacrificio no tienen límite
Los recientes éxitos de los paralímpicos Manolo Martín, José Manuel Ruiz y Tomás Piñas corroboran la buena salud del deporte discapacitado en Granada
24.06.09 -
DANIEL OLIVARES

El espíritu de superación de los deportistas suele tener un techo muy alto. En el caso de los deportistas con discapacidad, física o psíquica, el cielo parece el límite. El último logro de Manuel Martín en la boccia, después de revalidar su título de campeón nacional, así lo corrobora. El deportista de Pórtugos, a sus 29 años, sigue saboreando la gloria en un deporte que arribó a su vida hace poco menos de un década, cuando decidió abandonar su tierra natal para adentrarse en la vida de una capital como Granada, donde la vida no parece ser fácil si alguno de los músculos de tu cuerpo no responde como debiera. Su nuevo triunfo en la categoría BC2 en el Campeonato de España celebrado el pasado fin de semana en Avilés (Asturias), unido al de sus compañeros Luis Molina y José Luis Blanco en parejas BC3, los tres Club Aspace, demuestra que algo se está haciendo bien en el deporte granadino para personas con algún tipo de discapacidad.
Manolo Martín, bronce en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, es el paradigma en la boccia, pero no es el único deportista local o provincial que ha saboreado la gloria. El tenis de mesa también concentra un buen número de éxitos. El último, hace apenas diez días. El accitano José Manuel Ruiz, también paralímpico en Pekín y medalla de plata en la cita asiática en la modalidad de parejas, se proclamó campeón de Europa individual y por equipos, y además logró una medalla de plata en la categoría Open. El 'triplete' le granjeó también el título de mejor jugador del torneo.
Estos éxitos le sitúan como uno de los deportistas más laureados del deporte granadino, con un palmarés envidiable: tres medallas olímpicas (plata por equipos en Pekín 2008, y plata individual y plata por equipos en Sydney 2000), otras tres en campeonatos del Mundo (oro por equipos y bronce individual en París 1998, y plata individual en Taipei 2002) y el mismo número en campeonatos Europeos (bronce individual en Croacia 2003, y oro individual y por equipos en Eslovenia 2007).
Para redondear
Junto a Ruiz, Tomás Piñas forma la punta de lanza del tenis de mesa para discapacitados en Granada. Varias intervenciones quirúrquicas de alto riesgo en su columna le dejaron parapléjico y su vida se tuvo que adaptar a una silla de ruedas. El deporte de las palas, las pelotitas y la mesa se convirtió en su razón de ser a partir de ahí. A los 26 años, catorce después de que se enganchara al tenis de mesa de la mano de Manolo Robles, sumó su máximo éxito hasta la fecha: bronce en clase 3 en los pasados Juegos Olímpicos de Pekín. Y en el pasado Campeonato de Europa, formando pareja con Miguel Rodríguez, obtuvo el mismo metal por parejas, para redondear así la gran actuación del equipo español.
Martín, Ruiz y Piñas forman el 'tridente' de grandes deportistas masculinos con discapacidad en Granada. Los tres estuvieron en Pekín, junto a Ana López, discapacitada visual que logró un diploma olímpico en la modalidad ciclista de tándem (con Marina Girona) y fue campeona de España en ruta y contrarreloj y subcampeona europea en 2008. Los cuatro quieren volver a sentirse paralímpicos en Londres 2012. Por delante tienen tres años, en los que se presagian nuevos triunfos y más medallas. El deporte es también sacrificio y ellos nacieron para superar sus propios límites.

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